Vol. 6 Núm. 8 (2024): Escritos del Sur

INTRODUCCIÓN
En este año celebramos los 30 años de la fundación de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” Unidad Pedagógica Carapeguá (UCC), es momento de reflexión, que, sintiendo la fuerza del pasado, mire hacia adelante y siga creyendo en lo que motivó su constitución.
El año 1994, con el apoyo de mucha gente, y la ilusión del obispo Acha, se pusieron en camino un grupo de hombres y mujeres que confiaron en la juventud de nuestro Departamento y quisieron ofrecer un espacio de futuro. La migración de jóvenes hacia otros lugares motivada por la ausencia de cursos de grado que les sirvieran para prepararse para el futuro, iba vaciando nuestras ciudades, provocando que se destruyeran las familias y se pusiera freno al progreso.
Ante todo eso nace la UCC con una vocación clara: una universidad comprometida, con valores cristianos y con excelencia en la formación de la juventud del departamento de Paraguarí.
Realmente han sido unos últimos años complejos y duros para la familia universitaria: la pandemia, el trabajo serio y diligente para conseguir las acreditaciones, el aumento de la pobreza, la baja natalidad de los años anteriores, la migración de tantos y tantos jóvenes, una competencia desleal en el marco de los estudios universitarios, el genocidio en Palestina (que marcará un antes y un después en la historia universal), la guerra en Ucrania y tantas y tantas situaciones de violencia en el mundo. El apoyo del gobierno paraguayo (supuestamente cristiano) al genocidio y al armamentismo, que va junto a una dictadura de partido único, aunque en los papeles no aparezca como tal...
Todo asumido y analizado en nuestro trabajo diario de ser una universidad presente en nuestro mundo, que ofrezca elementos de análisis trabajando con todos los estamentos sociales contra el cambio climático y haciendo de la encíclica “Laudato si” proyecto propio para que el mundo se pueda ver lleno de esperanza, caminando juntos en el próximo Jubileo al que somos todos convocados: una esperanza que nunca defrauda.
Nuestra universidad, un hito que marca tres décadas de compromiso con la educación y el desarrollo académico, con la apuesta por una nueva sociedad honesta y solidaria y con una mirada llena de ilusión por un país nuevo construido desde la libertad y la conciencia de que este mundo nos ha sido prestado por Dios para que todos podamos vivir con dignidad.
El año 2025 inicia nuestra Sede una nueva etapa, deseamos de corazón que la nueva dirección haga un camino nuevo y lleno de renovación que haga que la oferta de nuestra universidad y la fuerza de toda la comunidad permanezca en nuestro departamento como luz de compromiso y cambio.
Desde su creación, hemos sido testigos de un crecimiento constante, formando profesionales que impactan positivamente en la sociedad.
Fr. Antoni Miró o.p.
Director General